CristiaNESmo
Es hora de recordar señores. Con añoranza. Con nostalgia. ¿Saben ustedes que significa nostalgia? El sufijo «Algia» proviene del griego “álgos”. No me pregunten ahora porque algo que proviene del pasado o del recuerdo tiene que causar dolor si lo queremos revivir. Quizá mas tarde (para aumentar el suspense). Retruécanos verbales que no comparecen en ningún lado. Es asi, los griegos eran de esos muchachos que se sentaban a discutir en plazas mientras observaban a la preciosa juventud pasar.
Decía que es hora de rememorar, hoy, jueves santo, nos disfrazamos de religiosos y vamos a discutir el rol de la religión en algunos videojuegos.
Nintendo, la NES, tiene entre sus más discutidos momentos (no por su culpa, leer mas adelante) a los paradigmas de la horripilancia gamer creados por la infame desarrolladora “Wisdom Tree”. La saga que comienza con Bible Adventures, en un despiadado intento de acercar a los púberes a una versión un tanto reaccionaria del cristianismo, ni siquiera consiguió el certificado de calidad de Nintendo (un tiro para el lado de la justicia) que era entregado prácticamente a cualquier cosa. Si, así como leen. Ahora bien, no es ningún crimen hacer un mal juego. Los hay cientos. Miles. Billones. Bueno, me fui al carajo. Pero si, hay muchísimos juegos malos y mediocres. Pero, aunque no es un crimen, esta cerca de la delincuencia hacer un juego para Todd Flanders, que ni el mismo Todd Flanders jugaría. Veinticinco años después, estos juegos están disponibles en la web de Wisdom Tree (el árbol de conocimiento se hacen llamar los caraduras… ¿será que nadie puede consumir NADA de ellos?).
Los juegos de Wisdom Tree son varios, siendo los mas conocidos el nombrado «Bible Adventures», junto a «Exodus» y «King of Kings». La mayoría son juegos reconvertidos de unos anteriores de la desarrolladora Color Dreams (de la que mas tarde salieron los miembros de Wisdom Tree), que fue una de las pioneras en hackear el chip interno de la NES (el CIC) que prohibía los juegos sin licencia.
El mayor problema de estos llamados “juegos” es muy simple. Son horribles. El aspecto visual es impresentable, el sonido una burla y el gameplay inexistente. Su único sentido era captar a un nicho que los videojuegos habían pasado de largo por muchas razones super lógicas. Los jóvenes cristianos ultrarreligiosos (esos que todavía quieren encadenar gente bajo el mar, apedrear gente por sus preferencias sexuales y mandar al infierno mediante el uso de la horca o la crucifixión a mujeres que quieren tener la elección de abortar) que se educan en sus casas para evitar la dañina enseñanza evolucionista. Porque realmente, solo esos muchachos podrían jugar esos juegos y, supongamos, disfrutarlos a algún remoto nivel intelectual o conceptual.
Al principio les hablé de “Nostalgia”. Dolor por el recuerdo significa etimológicamente. Y ahora el significado es mas claro. DUELE RECORDARLO.
Años pasaron. Muchas empresas se han metido en el negocio de venderle juegos con alguna temática religiosa a la población gamer. Pero las formas de encararlo han sido mas amenas si se quiere. Los juegos de las sagas «Sim» nos invitan a ser Dios y nuestros peores instintos quedan totalmente al descubierto. También en el hermoso “Black & White”, o el raro “Spore”. Otros, en el marco histórico, como la saga «Assasin´s Creed», nos han mostrado eventos que quizas en otra situación no hubiéramos aprendido. Logicamente no podemos compararlos con los referentes de Wisdom Tree. Aquellos cartuchos semi piratas para la NES contaban con una capacidad limitadísima para contar las enormes historias que querían relatar.
-¿Ese es Moises? Parece Mario con barba.
Algo así.
Ahora, lo limitado no es excusa para la calidad. Con la misma capacidad, unos hacian el «Zelda: A Link to the Past», y Wisdom Tree hacía el sospechosamente similar “Spiritual Warfare”, solo que pésimo y orientado a un sector proclive a linchar y a usar pancartas.
Asi y todo, algunos títulos de Wisdom Tree vendieron mas de 300.000 copias. Un número muy interesante que ya le hubiera gustado alcanzar a otros juegos de procedencia mas válida y mayor calidad como el «EarthBound» que vendió 140.000 cartuchos en el mismo país donde el “Sunday Funday” fue un éxito moderado.
Esta claro que la desarrolladora Wisdom Tree podía haber hecho un producto de mayor calidad, pero se quedaron en la venta de panfletos. Y esta bien.
Repartir volantes es tan digno como cualquier cosa.