El Valor de Nintendo
Es complejo enumerar lo que a un gamer le gusta de Nintendo. El mundo de los videojuegos en general tiende a calificar a la consola y sus juegos (aquellos que son exclusivos) como una máquina diseñada para el disfrute familiar. El tema es preguntarse… ¿Y cuando dejó de ser así? ¿Y por qué?
Cuando yo era chico y no tenía ninguna consola hogareña, tenía que recurrir a otros sitios; los salones de arcades, la casa de un amigo. En cualquier caso, “jugar”, era una experiencia compartida. Cooperativa siempre. En su momento comencé a tener consolas propias. Pero la diversión SEGUÍA siendo compartida. Todos los días venían amigos a casa a jugar jueguitos, o jugaba con mi hermano o con mi hermana, o a veces (las menos) los tres juntos. Mis padres siempre fueron demasiado mayores para engancharse con algo que ya les parecía demasiado moderno, pero si eran lo suficientemente entendidos como para saber que no había nada de maligno en jugar videojuegos ya que aparentemente, al estar rodeado de amigos, parecía lo mismo que hacer deporte o jugar a la Escondida, el Cuarto Oscuro, o el Gallito Ciego.
Lo que Nintendo nunca dejó de ser, entonces, es una empresa que piensa en la familia. Nintendo revivió al videojuego como una experiencia compartida. Renació el sentarse a la mesa a darle a un juego de mesa o a los naipes. Se siente así.
Los cantos de sirena que nos conmueven con el remanido “¿Y que es jugar online?” no alcanzan mi barco.
Jugar en red es algo buenísimo en muchos aspectos y absolutamente entretenido, pero no soluciona el problema final que es el aislamiento. Sin el contacto humano, el gamer corre el riesgo de desapegarse demasiado de la sociedad. No es raro y sucede. De hecho, muchos juegos de la Wii o la WiiU se juegan o pueden jugar en red, pero no es su prioridad principal.
Nintendo, como compañía, siempre privilegió la diversión, el color, la alegría y el “compartir” antes que unos buenos gráficos. Esto no implica nada en realidad. Solamente se quedó atrás en este apartado cuando salió a competir con XBox 360 y Playstation 3, y aun así destrozó a Sony y a Microsoft en ventas y ésto porque, mientras unos se peleaban por ofrecerle a la gente una computadora exclusiva (flor de computadora, ni es inteligente negarlo), Nintendo desarrollaba un sistema de juego distinto que privilegiaba el movimiento y la comunión entre jugadores. Comprendió perfectamente que la idea no era sacar de la ecuación a los que ya parecían idos o yéndose, sino volverlos a incluir. Sumar al que la había pasado bomba jugando al Mario Kart en la Super Nes. Sumar al que ya era adulto pero la había pasado genial con el Ocarina of Time en la Nintendo 64 pero no había invertido en una Gamecube (el único fracaso de Nintendo, sin contar a la WiiU que todavía esta en veremos). Sumar a los padres. Sumar a las amas de casa. Volver a juntar amigos en casa para jugar a algo.
Y si, llámenme nostálgico, pero para mi, poner un número de servidor en un caption y esperar conexión no tiene nada que ver a conectar dos, tres o cuatro joysticks a una consola para jugar algo. El principal objetivo de jugar tiene que ser siempre divertirse. Y eso lo recuperó Nintendo.
Es totalmente cierto que en su objetivo se esconde una forma de marketing brutal y no un objetivo de amigarse con el gamer hardcore que hace fila para abonar pre-sales. ¿Pero a alguien le importa eso realmente? ¿No?
Entonces vengan a casa que pongo el Mario Kart en la Wii.