Reseña – TLOZ: A Link Between Worlds
La Leyenda sigue más viva que nunca. ¿Es este nuevo capítulo en la fabulosa serie de fantasía de Nintendo uno al que deberías de dedicarle tu tiempo?
The Legend of Zelda: A Link Between Worlds nos lleva de vuelta a las tierras de Hyrule. De regreso a un familiar terreno del cual ya habíamos sido testigos anteriormente por las grandezas de un héroe que había derrotado al gran monstruo Ganon en tiempos lejanos.
A Link Between Worlds esta inspirado directamente en The Legend of Zelda: A Link To The Past del Super Nintendo. Las similitudes terminan en la estructura y diseño del reino de Hyrule pues es casi idéntico al título mencionado anteriormente, fuera de esto los calabozos, y la historia en si es totalmente original y nueva.
Tomaremos el control de un joven perezoso quien es hijo del herrero del reino, y es enviado a entregar un paquete bastante especial. De pronto algo ocurre que ocasiona que nuestro héroe decida adentrarse de lleno en los problemas que han estado pasando pues alguien o algo ha estado pintando las paredes del gran castillo de Hyrule. Manchando las reales paredes con lo que parece ser grafiti basado en los soldados que resguardan las tierras.
Después de algunos eventos es revelado que quien ha estado provocando todos estos problemas es un tipo llamado Yuga quien piensa capturar a todos los descendentes de los Sages (o Sabios) para así poder revivir a aquel demonio que en tiempos lejanos tomo el control de el sagrado poder para controlar y transformar el mundo a su gusto.
La historia es fácil de seguir y presentada después de cada cierto evento importante que nosotros los jugadores hayamos provocado. Con un par de sorpresas dentro de ella que abre aún más posibilidades dentro de la franquicia, The Legend of Zelda: A Link Between Worlds es un título ambicioso que intenta sorprender desde los primeros minutos que tomemos el control de Link.
Un mundo dividido en dos con la inclusión de una tierra totalmente nueva llamada Lorule, polo opuesto de Hyrule nos muestra el lado oscuro de los habitantes y lugares de interés encontrados del lado de la luz, Hyrule. Lorule cuenta con su propio reinado bajo el mando de la Princesa Hilda, que al conocer a Link decide ayudarle en su aventura para así poder rescatar a todos esos descendientes que Yuga ha capturado y convertido en pinturas.
Las mecánicas de juego son típicas para un juego de Zelda en 2D. Sencillos movimientos que hacen controlar a Link y utilizar todo su armamento e items en una grata experiencia que nos invita a explorar el épico mundo de lleno.
Items que por cierto funcionan de manera totalmente distinta a entregas anteriores pues ahora podremos rentarlos desde el inicio de nuestra aventura. Al rentarlos por cierta cantidad de Rupees a un personaje bastante carismático llamado Ravio , podremos adentrarnos a todos esos calabozos en el orden que nosotros decidamos. Para poder entrar a cualquier templo es necesario de la ayuda de algún ítem encontrado en la tienda de Ravio, y aquí es donde se vuelve de gran importancia escoger el equipo necesario. Después de cierto tiempo podremos adquirir permanentemente estos items para así hacerlos totalmente nuestros y poder mejorarlos.
Por cierto, si llegaran a morir todos esos items rentados serán regresados a su dueño y tendrán que volver a pagar.
Al comprarlos, podremos mejorarlos. ¿Cómo? Rescatando a unas criaturas llamadas MaiMai y llevarlas a su madre para que ella nos mejore nuestro equipamiento. Estas adorables criaturas aparecen en los dos mundos paralelos y escondidos en rincones que nos pondrán a pensar por un buen rato.
Hablando de pensar, el combate es fácil y realmente no es un juego difícil en sí pero lo que ha aumentado de complicidad son los acertijos dentro del juego. Puzzles que realmente te detendrán a pensar para poder solucionarlo y avanzar. Es algo realmente especial.
Una nueva mecánica que ha sido introducida en A Link Between Worlds es la habilidad para poder convertirse en pintura y literalmente estamparnos en las paredes. Básicamente el 99% de las paredes encontradas dentro de los mundos te ofrecen la posibilidad de meterte en ella para alcanzar nuevos lugares, lo cual abre aún más las posibilidades de los acertijos. Es algo realmente increíble, un concepto simple pero algo que brinda una frescura jamás vista en ningún juego antes.
Una opción incluida también es la posibilidad de enfrentar a Dark Links que vienen directamente de otros sistemas Nintendo 3DS, haciendo uso del aspecto de StreetPass. Nos pone dentro de un arena para eliminar a tu oponente y recibir una buena cantidad de dinero si logramos derrotarlo.
La presentación nos ofrece un estilo similar al visto en el título de SNES, pero esta vez con modelos y mundos en 3D. Un aspecto limpio y que encaja perfectamente en este nuevo capítulo de Zelda. A todo esto le agregamos el grandioso efecto de 3D que nos brinda el Nintendo 3DS, y convierte a todo en algo mágico que nos adentra mucho más.
La banda sonora es inspirada también por su predecesor espiritual, A Link To The Past. Ofreciéndonos muchísimas canciones encontradas en ese título pero traídas a esta época moderna con una orquesta que hace vibrar como nunca antes a esas tan especiales melodías. Nuevas canciones también serán encontradas dentro del título que funcionan de manera excepcional.
The Legend of Zelda: A Link Between Worlds es un título que nos muestra que es posible nunca dejar de sorprender al jugador. A pesar de por momentos sentirse muy similar al juego del cual se inspiró, nunca deja de divertir y enamorar a todo aquel que lo disfrute.
Un grandioso juego de acción y aventura que es, fácilmente y sin exagerar, uno de los mejores títulos que haya sido lanzado en los últimos años para cualquier sistema.
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